El Obispo de Roma a sus diocesanos (II): 'Ser padre y madre es una vocación de Dios'
El Santo Padre dice que los matrimonios son la prueba de que es posible vivir el Evangelio
Redacción | | ZENIT.org |
“San Pablo escribe que de Dios se deriva toda paternidad y también podemos agregar toda maternidad. Todos somos hijos, pero ser padre y madre es una llamada de Dios”. Es lo que ha afirmado el papa Francisco este domingo, al inaugurar el Congreso Diocesano de Roma.
La paternidad y la maternidad, ha añadido, “es una llamada de Dios y es una vocación. Dios es el amor eterno que se da incesantemente y nos llama a la existencia. Es un misterio, que la Providencia ha confiado, en particular, al hombre y a la mujer, llamados a amarse completamente y sin reservas, cooperando con Dios en este amor y transmitiendo la vida a sus hijos”.
En un discurso improvisado, el Romano Pontífice ha subrayado que “el Señor os ha elegido para amar y transmitir la vida”. Y añadió: “Vuestros hijos, necesitan descubrir, viendo vuestra vida, que amarse es hermoso. No os olvidéis nunca de que vuestros hijos os miran siempre”.
“Los hijos, antes que vivir en una casa hecha de ladrillos, viven en otra casa, aún más esencial: en la del amor mutuo de sus padres”, ha recordado.
“Para un hijo --ha proseguido el Papa-- no hay enseñanza y testimonio más grande que ver a sus padres que se aman con ternura, se respetan, son amables, se perdonan el uno al otro; Esto llena de alegría y felicidad verdadera el corazón de los hijos”.
Así, ha señalado que “con la relación matrimonial, ejerciendo la paternidad y la maternidad, donais vuestra vida y sois la prueba de que es posible vivir el Evangelio: vivir el Evangelio es posible y hace feliz”.
“Ser padre y madre significa realmente realizarse plenamente, porque es ser semejantes a Dios. Esto no se dice en los periódicos, no sale, pero es la verdad del amor. Ser padre y madre nos hace mucho más semejantes a Dios”, ha asegurado.
Finalmente, Francisco ha concluido sus palabras indicando que “los padres tienen la vocación de amarse. Dios ha sembrado en sus corazones la vocación al amor, porque Dios es amor. Y esta es vuestra vocación, la de los padres: el amor. Pero pensad siempre en los niños, ¡pensad siempre en los niños!”
“Ser padres se funda en la diversidad de ser, como recuerda la Biblia, hombre y mujer. Esta es la "primera" y más fundamental diferencia, constitutiva del ser humano. Es una riqueza. Las diferencias son riquezas. Hay muchas personas que tienen miedo de las diferencias, pero son riquezas. Y esta diferencia es la "primera" y la diferencia fundamental, constitutiva del ser humano”, ha insistido el papa Francisco, al tomar la palabra durante la inauguración del congreso eclesial de la diócesis de Roma.
En un discurso improvisado, el Santo Padre ha recordado que “cuando los novios vienen a casarse, me gusta decirle a él: '¡No te olvides que tu vocación es hacer más mujer a tu esposa!', y a ella le digo: '¡tu vocación es hacer más hombre a tu marido!' Y así se aman, pero se aman en las diferencias, más hombre y más mujer”. “Y este es el trabajo artesanal del matrimonio, de la familia, cada día; hacer crecer al otro, pensar en el otro: el marido en la mujer, la mujer en el marido. Esta es la comunión”, ha dicho.
Además, ha señalado que “en estos viejos matrimonios que son como el buen vino --que es mejor mientras más viejo-- se ve este trabajo diario del hombre para hacer que su esposa sea más mujer y de la esposa para hacer que su marido sea más hombre. ¡No tienen miedo de las diferencias!” “Este desafío de llevar adelante las diferencias, este reto los enriquece, los hace madurar, los hace crecer y tienen los ojos brillantes de alegría, por tantos años vividos amando así”, ha explicado. “Que gran riqueza es esta diversidad, una diversidad que se convierte en complementariedad, pero también en reciprocidad”, ha enfatizado.
El Romano Pontífice ha subrayado también que “los hombres aprendemos a reconocer, a través de las figuras femeninas que encontramos en la vida, la belleza extraordinaria de la cual es portadora la mujer. Y las mujeres hacen un camino similar, aprendiendo de las figuras masculinas que el hombre es diferente y tiene su propia forma de sentir, de comprender, de vivir”. “Y esta comunión en la diversidad es también muy importante para la educación de los niños, porque las madres tienen una mayor sensibilidad para algunos aspectos de sus vidas, mientras que los padres la tienen para otros”, ha añadido.
Por último, el papa Francisco ha afirmado que “el don del matrimonio, que es tan hermoso, también tiene una misión. Una misión que es muy importante. ¡Sois colaboradores del Espíritu Santo que nos susurra las palabras de Jesús! ¡Sedlo también para vuestros hijos! Sed misioneros de vuestros hijos”. “Ellos aprenderán de vuestros labios y de vuestra vida que seguir al Señor da entusiasmo, ganas de gastarse por los demás, siempre da esperanza, incluso frente a la dificultad y el dolor, porque nunca estamos solos, sino siempre con el Señor y con los hermanos”, ha concluido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario